HISTORIA DEL TEATRO
El término "teatro" con el que en la actualidad designamos tanto al género literario dramático como al espacio físico donde se llevan a cabo las representaciones de las obras teatrales, procede de la palabra griega (theatron). Cada palabra tiene su historia dicen los filólogos, y el theatron griego no es la excepción. En sus orígenes, "Theatron" venía a significar "lugar donde se mira" o bien "lo que se mira", pues se trata de un sustantivo creado a partir del verbo ver, mirar, contemplar, observar. Así, lo que en un principio significaba "el lugar" donde se mira algo, también terminó significando "el conjunto de espectadores" y, aún más, pasó a denominar un género literario basado en la representación donde los espectadores contemplan algo, que es lo contemplado en un lugar para contemplar : el teatro.
Orígenes del Teatro en Grecia
Fiestas en honor a Dionisos: el ditirambo
Si existe una figura clave en el nacimiento del teatro en Grecia, es sin duda alguna la del Dios Dionisos. Hijo de una mortal y de un dios, es la divinidad de la fecundidad, de la vegetación y de la vendimia, características que le permitirán ser figura principal en la sociedad agrícola y ganadera de la Grecia primitiva.
Los griegos celebraban sus fiestas al principio y al final de la siega, piden a los dioses que el campo sea fecundo, y concretamente, lo piden a
Dionisos. Una procesión de danzantes dionisíacos que representan a los sátiros - compañeros de Dionisos - pasea por las avenidas de la Grecia primitiva seguida por jóvenes ansiosos de alcanzar el éxtasis dionisíaco (recordemos que Dionisos es también, como dios de la vendimia, dios del vino). En estas fiestas, un carro recorre las calles con la estatua de Dionisos sobre él, mientras los ciudadanos danzan, se disfrazan y se embriagan.
En honor a Dionisos, se sacrifica a un carnero cuya sangre fecunda los campos y se danza, danzan los trasgos (estos danzantes representantes
de los sátiros, de hecho, trasgo significa macho cabrío en griego) y a la vez que bailan salmodian algunos textos: estamos ante el precedente del coro. Mientras el carnero se sacrifica sobre un altar, los trasgos giran alrededor de él con sus salmodias y sus danzas. Esto es el ditirambo, que debió llevarse a cabo en las afueras de cualquier pueblo griego durante las fiestas de la siega, en honor a Dionisos.
En cuanto al texto que salmodiaban los trasgos, lo cierto es que no lo conocemos. Probablemente tenía un estribillo y con el paso del tiempo y la evolución del ditirambo, un elemento llamado Ritornello, lanzado como un grito por el coro y respondido por el guía del coro, el exarconte o corifeo, probablemente el primer actor pues ya se trata de un diálogo coro - corifeo.
De " trasgos" derivará el término tragedia. Por su parte la comedia, derivará del término "comos" que sería otro tipo de "gritos" lanzados por los danzantes dionisíacos, un tanto "subidos de tono" durante estas fiestas dionisíacas.
Sea como fuere, el ditirambo es un precedente del teatro helénico pues ya encontramos la principal característica, lo fundamental del teatro: gente que mira y gente que actúa.
Evolución hacia el teatro. De lo religioso a lo humano
Sin embargo, el paso más importante aún estaba por darse. El simple canto de loa o de petición a un dios poco tenía que ver con el teatro, aunque sí con la teatralidad. Hacía falta que se "cantase" a un hombre y no a un dios. El rito religioso debía retirarse de la escena para dejar paso al hombre.
Ese paso lo dio Grecia. Dionisos era mitad hombre, luego ¿por qué no cantar a un hombre que haya muerto y sea célebre? La naturaleza semihumana de Dionisos permitió a Grecia lo que otras culturas no habían alcanzado, secularizar el ditirambo.
Por otra parte, tal vez, la monotonía de las danzas y de las salmodias llevara a los trasgos a introducir nuevos elementos en el ritual, por ejemplo, algún integrante del coro saldría de él para salmodiar otra cosa ( es el corifeo) y el coro le respondería (el ritornello), poco a poco el ditirambo iría evolucionando hacia el teatro.
En un principio un "primer actor" salió del coro para disfrazarse de Dionisos, más tarde se representarían escenas de la vida del dios, y luego y
finalmente, de los hombres.
Se afirma que el primero en separarse del coro fue Tespis, el primer hombre de teatro que se conoce. Tespis viajaba con su barco de isla en
isla saliendo en cada fiesta dionisíaca del coro para intercalar ritornellos con el coro. Sin embargo Tespis era sólo un cuentacuentos, le faltaba el
principal de los elementos del teatro: el diálogo. Tespis no era un personaje, sólo un narrador que intercalaba con el coro. En esta primera etapa, aún no era teatro propiamente dicho lo que se hacía.
El siguiente paso fundamental, y último, sería la incorporación al ditirambo del diálogo, la aparición de un segundo actor. Si Tespis era el
protagonista que dialogaba con el coro, el paso siguiente sería un deuteragonista que dialogara con Tespis.
Llega El Teatro
Grandes Dionisíacas
Sabemos que hacia el siglo V a.C. se celebraban en primavera unas fiestas llamadas "Grandes Dionisíacas" en honor a Dionisos y en las que había ya representaciones teatrales, especialmente tragedias, y que más tarde fueron incluyendo comedias y dramas satíricos en su repertorio. Las fiestas comenzaban con una especie de procesión en honor al dios en las que un sacerdote montando en un barco y acompañado por flautistas representaba a Dionisos.
Hacia el 535 a.C. en las Grandes Dionisíacas, Tespis resulta ganador del certamen dramático.
Las fiestas duraban varios días. Previamente la ciudad había escogido a tres o cuatro poetas para que durante estos días representaran sus obras teatrales, generalmente presentaban una tetralogía (tres tragedias - que eran la trilogía - y un drama satírico), y el público decidía, tras ver las obras, cuál de los poetas merecía ser ganador. Posteriormente se fue introduciendo una comedia al final de las fiestas. El número de actores, normalmente tres, era aumentado en caso de necesidad, por figurantes mudos. El protagonista, o "primer actor", desempeñaba los primeros papeles; el deuteragonista, "actor secundario", y el tritagonista, "tercer actor", los menos importantes. Si la obra suponía más de tres personajes, cada actor asumía varios papeles, cambiándose de traje y máscara. Como no existían actrices, los personajes femeninos eran encarnados por actores.
Es Esquilo quien lleva este tercer personaje a la obra lo que le procura innumerables y nuevas posibilidades (obsérvese que en las obras de Esquilo nunca hay más de tres personajes juntos en escena). A pesar de las introducciones de los autores que van llegando, el teatro sigue manteniendo ciertos aspectos del ditirambo que nunca desaparecerán como es el coro o el altar en medio de la orquestra.
En cuanto a la escena, podemos ver bien su evolución:
Se creará la orquestra, será la base del teatro, allí se sitúa el coro, y aquel altar en el que antaño se sacrificara un carnero en honor de Dionisos,
permanecerá de forma simbólica en el centro de la orquestra.
El protagonista y el deuteragonista necesitaban de su propio espacio, para ello se creará el proskenion (escenario). Pero en una obra hay más de
dos personajes, aunque sólo dos actores, necesitan cambiarse de máscara para caracterizarse, y para ello se construye la skené, una caseta tras el proskenion en la que los actores podían variar su indumentaria para cambiar, a su vez, de personaje.
El proskenion está en alto, para ello hay unas escaleras llamadas parador que permiten el acceso del proskenion a la orquestra, de hecho, la
primera parte de la tragedia se llama parador, es la bajada del coro, salmodiando, desde el proskenion a la orquestra.
Después de Esquilo, el número de actores se eleva a tres, es decir, aparece el triagonista, y ha de suponerse que alguna vez hubo hasta cuatro
actores.
Tragedia y Comedia Griegas
La tragedia
La tragedia griega clásica no es de tema original, es decir, el dramaturgo no inventa, no idea, el argumento de su obra sino que, tomando sus temas de la Ilíada y de los ciclos legendarios conocidos por todos los griegos - pues eran temas de la mitología popular - la tragedia griega nos muestra el conflicto personal de los héroes en su momento más dramático, por ejemplo: no se nos va a relatar la historia de Edipo de Tebas, sino que se nos va a presentar el momento más dramático, el punto álgido de la tragedia del tebano Edipo (caída).
La tragedia griega, supone pues, el momento cumbre de la lucha entre el hombre - héroe y el destino, el hado funesto ante el cual nada es
posible y sólo queda la estoica resignación, he aquí el héroe dramático griego. En cualquier caso, si escapar al destino es posible, sólo puede
hacerse mediante el artificio dramático del deus ex machina, esto es, un dios aparece en la obra para salvar al héroe.
La comedia
El término Comedia provendría del griego "comos" que no es ni más ni menos que aquellas injurias y dichos que el pueblo griego lanzaría en
las fiestas dionisíacas como elemento satírico y humorístico.
La comedia es, ante todo y sobre todo, una crítica endulzada con el humor que gustosamente tomaba el público griego poco después de haber visto representarse las tragedias en los concursos
Temática de la comedia:
En la tragedia, el espectador sabía qué es lo que iba a ver, conocía el tema, sin embargo, en la comedia, el argumento se ignora totalmente: se
encuentra el espectador ante una trama desconocida y unos personajes también desconocidos. Todo es materia para la temática de la comedia, pero sobre todo, temas cotidianos, de la misma calle y del mismo tiempo en que los espectadores vivían. La vida cotidiana es un espectáculo cómico, es el hecho de reírse "de uno mismo".
Con todo esto, la comedia no es un retrato "realista", ni mucho menos, los temas y los personajes son reales ( o al menos tomados de la realidad) pero la trama resulta a veces inverosímil y disparatada, casi rozando lo absurdo. Es una explosiva mezcla de realidad y la fantasía más disparatada.
Para Aristófanes, la risa es un fin, así que todo tiene cabida en su teatro. La comedia es un desahogo de alegría, de hecho, filósofos de épocas
anteriores habían definido al hombre como el único ser capaz de reír.
Mascaras:
Al igual que el coro, la máscara es un rasgo del drama griego Alejado a nuestra idea de interpretación teatral dramática. Esta característica
también tiene su raíz en el ritual religioso. A pesar de su origen religioso, su uso sirvió para varios propósitos prácticos. Gracias a los distintos tipos de máscaras un actor pudo representar dos papeles fácilmente. Las bocas muy abiertas hacen suponer que habrían permitido el uso de algún megáfono.
La máscara proporcionaba la siguiente información: la edad, el estado de ánimo y el rango de un personaje. Las trágicas eran normalmente
serenas y hermosas.
El vestuario del teatro griego:
El actor griego solía llevar como vestimenta: la peluca, la máscara una túnica: negra, para personajes tristes, púrpuras para los reyes con coronas que ayudaban a distinguirlos de los otros personajes para aumentar su símbolo de poder, utilizaban colores vivos para personajes importantes, y colores corrientes para personajes del pueblo. Únicamente en la Tragedia los actores se ponían unos coturnos o una especie de zuecos altos, que simbolizaban la superioridad de los personajes (héroes y dioses) que aparecían en el escenario.
Orígenes del Teatro en Grecia
Fiestas en honor a Dionisos: el ditirambo
Si existe una figura clave en el nacimiento del teatro en Grecia, es sin duda alguna la del Dios Dionisos. Hijo de una mortal y de un dios, es la divinidad de la fecundidad, de la vegetación y de la vendimia, características que le permitirán ser figura principal en la sociedad agrícola y ganadera de la Grecia primitiva.
Los griegos celebraban sus fiestas al principio y al final de la siega, piden a los dioses que el campo sea fecundo, y concretamente, lo piden a
Dionisos. Una procesión de danzantes dionisíacos que representan a los sátiros - compañeros de Dionisos - pasea por las avenidas de la Grecia primitiva seguida por jóvenes ansiosos de alcanzar el éxtasis dionisíaco (recordemos que Dionisos es también, como dios de la vendimia, dios del vino). En estas fiestas, un carro recorre las calles con la estatua de Dionisos sobre él, mientras los ciudadanos danzan, se disfrazan y se embriagan.
En honor a Dionisos, se sacrifica a un carnero cuya sangre fecunda los campos y se danza, danzan los trasgos (estos danzantes representantes
de los sátiros, de hecho, trasgo significa macho cabrío en griego) y a la vez que bailan salmodian algunos textos: estamos ante el precedente del coro. Mientras el carnero se sacrifica sobre un altar, los trasgos giran alrededor de él con sus salmodias y sus danzas. Esto es el ditirambo, que debió llevarse a cabo en las afueras de cualquier pueblo griego durante las fiestas de la siega, en honor a Dionisos.
En cuanto al texto que salmodiaban los trasgos, lo cierto es que no lo conocemos. Probablemente tenía un estribillo y con el paso del tiempo y la evolución del ditirambo, un elemento llamado Ritornello, lanzado como un grito por el coro y respondido por el guía del coro, el exarconte o corifeo, probablemente el primer actor pues ya se trata de un diálogo coro - corifeo.
De " trasgos" derivará el término tragedia. Por su parte la comedia, derivará del término "comos" que sería otro tipo de "gritos" lanzados por los danzantes dionisíacos, un tanto "subidos de tono" durante estas fiestas dionisíacas.
Sea como fuere, el ditirambo es un precedente del teatro helénico pues ya encontramos la principal característica, lo fundamental del teatro: gente que mira y gente que actúa.
Evolución hacia el teatro. De lo religioso a lo humano
Sin embargo, el paso más importante aún estaba por darse. El simple canto de loa o de petición a un dios poco tenía que ver con el teatro, aunque sí con la teatralidad. Hacía falta que se "cantase" a un hombre y no a un dios. El rito religioso debía retirarse de la escena para dejar paso al hombre.
Ese paso lo dio Grecia. Dionisos era mitad hombre, luego ¿por qué no cantar a un hombre que haya muerto y sea célebre? La naturaleza semihumana de Dionisos permitió a Grecia lo que otras culturas no habían alcanzado, secularizar el ditirambo.
Por otra parte, tal vez, la monotonía de las danzas y de las salmodias llevara a los trasgos a introducir nuevos elementos en el ritual, por ejemplo, algún integrante del coro saldría de él para salmodiar otra cosa ( es el corifeo) y el coro le respondería (el ritornello), poco a poco el ditirambo iría evolucionando hacia el teatro.
En un principio un "primer actor" salió del coro para disfrazarse de Dionisos, más tarde se representarían escenas de la vida del dios, y luego y
finalmente, de los hombres.
Se afirma que el primero en separarse del coro fue Tespis, el primer hombre de teatro que se conoce. Tespis viajaba con su barco de isla en
isla saliendo en cada fiesta dionisíaca del coro para intercalar ritornellos con el coro. Sin embargo Tespis era sólo un cuentacuentos, le faltaba el
principal de los elementos del teatro: el diálogo. Tespis no era un personaje, sólo un narrador que intercalaba con el coro. En esta primera etapa, aún no era teatro propiamente dicho lo que se hacía.
El siguiente paso fundamental, y último, sería la incorporación al ditirambo del diálogo, la aparición de un segundo actor. Si Tespis era el
protagonista que dialogaba con el coro, el paso siguiente sería un deuteragonista que dialogara con Tespis.
Llega El Teatro
Grandes Dionisíacas
Sabemos que hacia el siglo V a.C. se celebraban en primavera unas fiestas llamadas "Grandes Dionisíacas" en honor a Dionisos y en las que había ya representaciones teatrales, especialmente tragedias, y que más tarde fueron incluyendo comedias y dramas satíricos en su repertorio. Las fiestas comenzaban con una especie de procesión en honor al dios en las que un sacerdote montando en un barco y acompañado por flautistas representaba a Dionisos.
Hacia el 535 a.C. en las Grandes Dionisíacas, Tespis resulta ganador del certamen dramático.
Las fiestas duraban varios días. Previamente la ciudad había escogido a tres o cuatro poetas para que durante estos días representaran sus obras teatrales, generalmente presentaban una tetralogía (tres tragedias - que eran la trilogía - y un drama satírico), y el público decidía, tras ver las obras, cuál de los poetas merecía ser ganador. Posteriormente se fue introduciendo una comedia al final de las fiestas. El número de actores, normalmente tres, era aumentado en caso de necesidad, por figurantes mudos. El protagonista, o "primer actor", desempeñaba los primeros papeles; el deuteragonista, "actor secundario", y el tritagonista, "tercer actor", los menos importantes. Si la obra suponía más de tres personajes, cada actor asumía varios papeles, cambiándose de traje y máscara. Como no existían actrices, los personajes femeninos eran encarnados por actores.
Es Esquilo quien lleva este tercer personaje a la obra lo que le procura innumerables y nuevas posibilidades (obsérvese que en las obras de Esquilo nunca hay más de tres personajes juntos en escena). A pesar de las introducciones de los autores que van llegando, el teatro sigue manteniendo ciertos aspectos del ditirambo que nunca desaparecerán como es el coro o el altar en medio de la orquestra.
En cuanto a la escena, podemos ver bien su evolución:
Se creará la orquestra, será la base del teatro, allí se sitúa el coro, y aquel altar en el que antaño se sacrificara un carnero en honor de Dionisos,
permanecerá de forma simbólica en el centro de la orquestra.
El protagonista y el deuteragonista necesitaban de su propio espacio, para ello se creará el proskenion (escenario). Pero en una obra hay más de
dos personajes, aunque sólo dos actores, necesitan cambiarse de máscara para caracterizarse, y para ello se construye la skené, una caseta tras el proskenion en la que los actores podían variar su indumentaria para cambiar, a su vez, de personaje.
El proskenion está en alto, para ello hay unas escaleras llamadas parador que permiten el acceso del proskenion a la orquestra, de hecho, la
primera parte de la tragedia se llama parador, es la bajada del coro, salmodiando, desde el proskenion a la orquestra.
Después de Esquilo, el número de actores se eleva a tres, es decir, aparece el triagonista, y ha de suponerse que alguna vez hubo hasta cuatro
actores.
Tragedia y Comedia Griegas
La tragedia
La tragedia griega clásica no es de tema original, es decir, el dramaturgo no inventa, no idea, el argumento de su obra sino que, tomando sus temas de la Ilíada y de los ciclos legendarios conocidos por todos los griegos - pues eran temas de la mitología popular - la tragedia griega nos muestra el conflicto personal de los héroes en su momento más dramático, por ejemplo: no se nos va a relatar la historia de Edipo de Tebas, sino que se nos va a presentar el momento más dramático, el punto álgido de la tragedia del tebano Edipo (caída).
La tragedia griega, supone pues, el momento cumbre de la lucha entre el hombre - héroe y el destino, el hado funesto ante el cual nada es
posible y sólo queda la estoica resignación, he aquí el héroe dramático griego. En cualquier caso, si escapar al destino es posible, sólo puede
hacerse mediante el artificio dramático del deus ex machina, esto es, un dios aparece en la obra para salvar al héroe.
La comedia
El término Comedia provendría del griego "comos" que no es ni más ni menos que aquellas injurias y dichos que el pueblo griego lanzaría en
las fiestas dionisíacas como elemento satírico y humorístico.
La comedia es, ante todo y sobre todo, una crítica endulzada con el humor que gustosamente tomaba el público griego poco después de haber visto representarse las tragedias en los concursos
Temática de la comedia:
En la tragedia, el espectador sabía qué es lo que iba a ver, conocía el tema, sin embargo, en la comedia, el argumento se ignora totalmente: se
encuentra el espectador ante una trama desconocida y unos personajes también desconocidos. Todo es materia para la temática de la comedia, pero sobre todo, temas cotidianos, de la misma calle y del mismo tiempo en que los espectadores vivían. La vida cotidiana es un espectáculo cómico, es el hecho de reírse "de uno mismo".
Con todo esto, la comedia no es un retrato "realista", ni mucho menos, los temas y los personajes son reales ( o al menos tomados de la realidad) pero la trama resulta a veces inverosímil y disparatada, casi rozando lo absurdo. Es una explosiva mezcla de realidad y la fantasía más disparatada.
Para Aristófanes, la risa es un fin, así que todo tiene cabida en su teatro. La comedia es un desahogo de alegría, de hecho, filósofos de épocas
anteriores habían definido al hombre como el único ser capaz de reír.
Mascaras:
Al igual que el coro, la máscara es un rasgo del drama griego Alejado a nuestra idea de interpretación teatral dramática. Esta característica
también tiene su raíz en el ritual religioso. A pesar de su origen religioso, su uso sirvió para varios propósitos prácticos. Gracias a los distintos tipos de máscaras un actor pudo representar dos papeles fácilmente. Las bocas muy abiertas hacen suponer que habrían permitido el uso de algún megáfono.
La máscara proporcionaba la siguiente información: la edad, el estado de ánimo y el rango de un personaje. Las trágicas eran normalmente
serenas y hermosas.
El vestuario del teatro griego:
El actor griego solía llevar como vestimenta: la peluca, la máscara una túnica: negra, para personajes tristes, púrpuras para los reyes con coronas que ayudaban a distinguirlos de los otros personajes para aumentar su símbolo de poder, utilizaban colores vivos para personajes importantes, y colores corrientes para personajes del pueblo. Únicamente en la Tragedia los actores se ponían unos coturnos o una especie de zuecos altos, que simbolizaban la superioridad de los personajes (héroes y dioses) que aparecían en el escenario.
TEATRO EN COLOMBIA
El Teatro en Colombia, cuyo origen más elemental puede remontarse a la segunda mitad del siglo XVI evolucionó a lo largo del siglo XIX y con mayor identidad en el siglo XX, hasta convertirse en un fenómeno cultural apoyado por diferentes entidades de carácter estatal o de iniciativa privada. Entre los principales organismos se encuentran la Asociación Nacional de Directores Escénicos (ANDE), Asociación de Trabajadores de las Artes Escénicas, la Corporación de Cuenteros y Narradores de Antioquía, Asociación Colombiana de Crítica e Investigación Teatral (ACIT), la Asociación de Titiriteros de Colombia (ATICO), el Círculo Colombiano de Artistas (CICA), la Corporación Colombiana de Teatro, la Fundación Amigos del Arte (FUNDARTE) y la Asociación para la Promoción de las Artes (PROARTES).
Aunque las fórmulas más elementales del teatro llegaran a la actual Colombia durante la época de colonización española, entre 1560 y 1820, no se puede hablar de un teatro colombiano hasta el siglo XIX y restringido tan solo a su capital, Bogotá, que en 1830 contaba con un único edificio, el "Coliseo".
El repertorio del "Coliseo" lo componían obras de gusto neoclásico o bien costumbristas de dramaturgos españoles. Se estrenan también los primeros autores colombianos: Luis Vargas Tejada (1802-1829), Rafael Álvarez Lozano (1805-1845), Rafael de Paula Torres (1808-1885), o José Joaquín Rojas (1814-1892). En principio los actores más jóvenes interpretaban los papeles femeninos, hasta la creación de la "Compañía mixta" de Francisco Villalba, en 1835. Poco después llegaron los primeros dramaturgos románticos nacionales: Mateo Fournier, Francisco Belaval y en especial José Caicedo Rojas (1816-1898), con su drama titulado Miguel de Cervantes (1850). al final de aquel periodo romántico se inauguró en Bogotá el Teatro Colón.
Habría que esperar hasta el siglo XX para que el interés por el teatro se extendiera a otras ciudades de Colombia como Cali, Medellín, Cartagena, Popayán. De entre los nuevos autores más destacados, cabe citar a Luis Enrique Osorio (1895-1966) y a Oswaldo Díaz Díaz(1910-1967). Con la segunda mitad del siglo llegaron los renovadores, compañías como el TEC, "El Búho", el Teatro Popular de Bogotá, La Mamma de Bobotá, "La Candelaria", etc. Y con ellos, los grandes autores del teatro colombiano del siglo XX: Enrique Buenaventura, Carlos José Reyes o Antonio Montaña, artífices del mejor teatro político y social, de fondo histórico.
Aunque las fórmulas más elementales del teatro llegaran a la actual Colombia durante la época de colonización española, entre 1560 y 1820, no se puede hablar de un teatro colombiano hasta el siglo XIX y restringido tan solo a su capital, Bogotá, que en 1830 contaba con un único edificio, el "Coliseo".
El repertorio del "Coliseo" lo componían obras de gusto neoclásico o bien costumbristas de dramaturgos españoles. Se estrenan también los primeros autores colombianos: Luis Vargas Tejada (1802-1829), Rafael Álvarez Lozano (1805-1845), Rafael de Paula Torres (1808-1885), o José Joaquín Rojas (1814-1892). En principio los actores más jóvenes interpretaban los papeles femeninos, hasta la creación de la "Compañía mixta" de Francisco Villalba, en 1835. Poco después llegaron los primeros dramaturgos románticos nacionales: Mateo Fournier, Francisco Belaval y en especial José Caicedo Rojas (1816-1898), con su drama titulado Miguel de Cervantes (1850). al final de aquel periodo romántico se inauguró en Bogotá el Teatro Colón.
Habría que esperar hasta el siglo XX para que el interés por el teatro se extendiera a otras ciudades de Colombia como Cali, Medellín, Cartagena, Popayán. De entre los nuevos autores más destacados, cabe citar a Luis Enrique Osorio (1895-1966) y a Oswaldo Díaz Díaz(1910-1967). Con la segunda mitad del siglo llegaron los renovadores, compañías como el TEC, "El Búho", el Teatro Popular de Bogotá, La Mamma de Bobotá, "La Candelaria", etc. Y con ellos, los grandes autores del teatro colombiano del siglo XX: Enrique Buenaventura, Carlos José Reyes o Antonio Montaña, artífices del mejor teatro político y social, de fondo histórico.